Entrevista a Michelle Rodriguez

La caída estrepitosa de noventa grados de verano nos hacen algunas veces buscar refugio en los centros comerciales donde los aires acondicionados se lucen en un trabajo perfecto concatenado al ambiente sublime de escucharse por lo bajo la sonoridad casi imperceptible de una música instrumental que nos eleva al cielo, y esta condición me llevo hasta Westfield Garden State Plaza en Paramus. Caminando ayer dentro de esta zona- edificación de belleza- escuché a un grupo de empleados platicar sobre Michelle Rodríguez y de inmediato por asuntos de curiosidad se me pararon los oídos, y se me ocurrió observar sus rostros para incursionar su procedencia ya que su Ingles me sonaba nativo, pero lo cierto es que no resulta fácil algunas veces identificar las personas por facciones o color de piel en un área como New Jersey donde la población es una mezcla enorme de gente venida de todo lugar de la tierra.
Aquellos jóvenes uniformados algunos, y otros vestidos elegantemente informal al parecer eran fanáticos de la joven actriz, que por ser un martes donde el comercio transcurre con lentitud les permitía agruparse en vida social y platicar sobre tópicos variados, eso pensé. Pues hablaban de Michelle Rodríguez como si se hablase tal vez de A- Rod con una propiedad tal que denotaba su seguimiento. La prensa muchas veces en su afán desmedido de sostener al día sus páginas de arte destruyen a cualquiera con sus comentarios degradantes y falsedades inhumanas pero al parecer no logran su cometido de veneno con todo el mundo. La dureza de la falacia confunde a muchos y dentro de ese mucho tengo que admitir estaba yo, pero no estaban en la vulgaridad del falso pensamiento estos jóvenes de Westfield Plaza.
Yo daba por hecho los rumores desmedidos que tanto se publican sobre esta hermosa muchachita de Hollywood, pero al escuchar estos jóvenes que me lucían hablar con mucha propiedad sobre la actriz sentí verdadera curiosidad por conocer las verdades de Michelle Rodríguez.
Raymond del Orbe el propietario de Remolacha Net siempre que habla sobre Michelle la trata con dulzura y le tiene el sobrenombre de Michelita, y yo por ser un asiduo lector de esa página “fea pero informativa” no puedo negar que me preguntaba porque este señor alababa tanto a una actriz que me resultaba conflictiva dentro del medio artístico, solo por el hecho de tener raíces dominicana.
Yo soy del tipo de persona que valora a los demás por lo que son, por su capacidad, por lo que valen aunque hayan nacido en la china o el Japón, me basta que sean buenos y ya. No porque sean mis compatriotas voy a enceguecerme y negarme a ver el otro lado de la moneda, pero a todo esto también debo agregar que cuando se habla de logros realmente positivos de un ser que comparte mis raíces me inflo más que un pavo real.
Son cuestiones sanguíneas y del corazón, y tanto estos jóvenes que ayer valoraban a Michelle como también Raymond del Orbe lo ha hecho, me pusieron a pensar detenidamente. Hoy he sido sorprendido con el descubrimiento de este gran video donde esta niña monumental se destapa en comunión con su pueblo para descubrirse en el acento que mas me toca, y echar por tierra todas las mentiras que la prensa amarilla ha construido como muro en torno a su vida.
Pero mi sorpresa mayor fue escucharla conversar en un español tan fluido que nunca se me ocurrió ella hablara y ser diciente de verdades crujientes que le salen desde el alma con toda propiedad. Tengo que pedirle perdón a esta joven actriz por las elucubraciones equivocadas de mi cerebro en torno a su persona. Michelle Rodríguez es orgullo de nuestra nación y merece todo nuestro respeto.